El sellado de la carne es esencial en la industria alimentaria, dado que gracias a este sencillo proceso se efectúa de una manera sencilla el control de la trazabilidad de la carne o de las denominaciones de origen. Consiste en aplicar sellos de tinta a la carne de matadero, que incluyen fechas, numeraciones y referencias para saber en todo momento la procedencia o el lote. También se emplean para ofrecer a los intermediarios o consumidores otro tipo de informaciones, por ejemplo el número de certificado o la fecha de producción.
Los sellos para marcar carne se utilizan con tinta indeleble pero comestible, tintas alimentarias con registro sanitario y disponibles en varios colores. El sello es el tampón que aplica la tinta, generalmente de bronce, y que pueden llevar partes móviles para intercambiar los números o las letras, y adaptarlo a diferentes fechas o códigos. Estos sellos que marcan la carne se emplean en el matadero o el mercado de canales generalmente, aunque también suelen estar presentes en algunas empresas que elaboran jamones o productos de charcutería.
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